Y ahí estaba ella... En una de sus duchas largas, de las que disfruta un par de veces por semana. Pensando en todo y en nada a la vez. Solo dejándose llevar por sus pensamientos mientras el agua tibia cae sobre su cuerpo. Sin duda, una de las sensaciones más placenteras en las que las gotas chocan con su piel y todo parece estar en calma y paz. Porque solo son el agua que corre, la música suave de fondo y sus pensamientos.
Mientras disfruta de su rutina, que está fielmente demarcada por qué paso va contiguo al siguiente, en algunos momentos solo se desconecta y sus pensamientos, que son como voces en su cabeza, le hablan y le hace cuestionarse muchas preguntas, de las que la mayoría nisiquiera tienen una respuesta concisa. Pero una que siempre la acompaña, sin necesidad de sus duchas relajantes para dejarse llevar, es ¿por qué es tan difícil coincidir?
Y no se refiere solo a personas, muchas veces nos encontramos en situaciones que nunca hemos anhelado y soñando con vivencias que no llegarán. Por qué nos es tan difícil encontrar y agrupar las piezas que nos pueden llevar a ese algo que consideramos "lo que más queremos". Y esto es solo refiriéndose a las cosas, con estás al menos todo lo que consigamos depende en gran medida de lo mucho que nos esforcemos y aprovechemos esas pizcas de suerte que a veces llegan.
Y justo allí, interrumpiendo su pensamiento, suena a lo lejos un ruido proveniente de la acera del frente, que la hace volver a su ducha. Nada relevante, pero lo suficientemente contundente para darse un susto, sacarla de sus pensamientos y y volver en sí. Así que sigue con el siguiente paso en la ducha, ya casi el final. Pero no tarda tanto, como para volver a inmiscuirse en las voces que le siguen preguntando.
¿Y qué pasa con las personas? ¿Acaso no es aún más difícil coincidir con alguien en tu vida? La vida, la de cada persona, está compuesta por demasiadas situaciones, vivencias, formas de pensar y mentalidades, como para un día simplemente coincidir. Y coincidir, además, se refiere a demasiados aspectos, que se entiendan en formas de pensar, que estén lo suficientemente tontos para reírse de sus chistes, pero que sean lo suficientemente inteligentes para saber lo que quieren, que sus sueños no se vayan a entorpecer unos con otros, que estén cerca como tocarse, y lejos como para no perder la identidad. Pero sobre todo, que las situaciones de todo el rededor, no sean un obstáculo para que esto se dé. Está última, evidentemente no se puede controlar del todo. De hecho muchas de esas, ni siquiera se pueden asegurar. Una vez ella se encontró con tantos asuntos sueltos a los que la estaban llevando sus pensamientos, notó que esta vez, podrían llevarla a nunca terminar esa ducha. Pero su piel ya se encontraba arrugada debido al exceso de agua sobre sí.
Entonces salió, de la ducha, secó su cabello con una tela de algodón y su cuerpo con su toalla favorita. Poco a poco los pensamientos se fueron aplacando, y se dejó llevar por la cotidianidad de su vida. Buscó una ropa con la que se sintiera cómoda, y se peinó su cabello como era de costumbre, y una vez vestida, solo se recostó en su cama a dejar que su cabello se secara con el tiempo. Fue entonces cuando, una vez más sus pensamientos se descontrolaron, parecía que cada vez con más emocionalidad en ellos. ¿El tiempo? Mi cabello, se seca con el tiempo y eso lo sé - pensó - pero y ¿qué pasa con las cosas que no controlo en el tiempo? Solo debo dejarlas, pasar... Y pasar... Y ¿Nunca coincidir? Recordó cuán difícil era en sus clases de física llevar todo a 4 dimensiones. Ahora para coincidir con una persona, y no con cualquier persona, sino una persona que de manera positiva la hiciese sentir como que nada más importa, a pesar de que en su consiente supiese que sí. En estos casos, no solo es necesario que estuviesen en espacio y tiempo. Sino que estén en armonía todas esas cosas que ya había pensado antes...
Y volvió, volvió con más preguntas que respuestas, volvió con más ganas de algún día coincidir con alguien, volvió con más esperanza de que aunque sus pensamientos digan lo contrario, algún día la suerte también contribuya y encuentre a alguien que la haga desafiar la estadística. Y continúo su rutina.
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